En los procesos de fusión de concentrados de cobre, los reactores deben ser frecuentemente sangrados, ya sea para el traspaso de productos de un reactor a otro, o para el moldeo del metal en procesos de refino a fuego, por lo que el pasaje de sangría de los reactores tiene que ser frecuentemente destapado para que el contenido fundido pueda abandonar el reactor. Sin embargo, este proceso es discontinuo, por lo que dicho pasaje es taponeado con arcilla o material cerámico para detener el avance del material líquido, provocando una disminución de la temperatura en la zona del reactor donde se encuentra el tapón, solidificando el material que circunda el pasaje de sangría al no estar en la temperatura adecuada para que el material permanezca en estado líquido. Esto provoca la generación de acreciones que deben ser destapadas a través de lanzas o perforadoras aplicadas directamente por un operador, lo cual conlleva un riesgo de expulsión de material líquido a alta temperatura.
La tecnología se refiere a un sistema electromagnético que se dispone en el pasaje de sangría de los reactores pirometalúrgicos, con la finalidad de que por medio de dicho sistema el material solidificado en la boca pase a estado líquido por efecto de la temperatura del núcleo que comprende el sistema de la invención, para que pueda abandonar el sector. De este modo, la solución se basa en el principio de inducción electromagnética, posibilitando el sangrado del metal que se había en un principio solidificado.
Pirometalurgia
Por un lado, disminuye los riesgos de daños en las paredes refractarias del horno al utilizarse lanzas o perforadoras que puedan dañarlas. Por otro lado, disminuye los riesgos de seguridad en los operadores, al evitarse la utilización de herramientas punzantes y de quemado que pongan en peligro a los operadores. Asimismo, se disminuyen los tiempos muertos y se aumenta el rendimiento operacional del reactor.
Nivel 4 de TRL estimado.